La convivencia es un tema universal. Hacer una obra en base a esa idea con un enfoque de realismo mágico agrega un elemento fuertemente argentino y sudamericano. En el espectáculo "Monoambiente" Carolina Barbosa dice que quiso contar una historia seres humanos que ocupan un espacio. Carolina Barbosa es egresada de la UNA y se formó con grandes maestros como Nora Moseinco, Norma Angeleri y Alejandro Tantanian. Como actriz participó de varias obras de prestigiosos directores como Luciano Cáceres, Carlos Belloso, Alejandro Tantanian, Luis Cano, Guillermo Hermida, entre otros. En esta oportunidad nos presenta su ópera prima como directora y dramaturga: “Monoambiente (la obra)”, una comedia romántica con momentos desopilantes, en la cual también se luce como actriz.
Quería contar una historia sobre el espacio, ya sea de modo literal, como el Monoambiente o bien el espacio que queremos ocupar en la vida, en la sociedad, en una pareja o en una familia. Esos elementos son universales y nos competen a todos. La idea de la introducción de elementos del realismo mágico, surge de la necesidad de hablar desde lo más profundo y arraigado de nuestra idiosincrasia como latinoamericanos en general y como argentinos en particular, tomando elementos de nuestra cultura popular y cotidiana, en donde, tanto un porteño, como alguien del interior, puedan sentirse altamente identificados. Me interesan particularmente esos mundos que se tocan y se alejan. Son dos caras de la misma moneda, que por momentos parecen virar a los opuestos. La convivencia de las costumbres tan disímiles, de las creencias religiosas arraigadas fuertemente en los senos familiares, el modo de percibir la vida y los vínculos, son elementos muy ricos que nos hacen únicos como sociedad.
Monoambiente está concebida como una obra popular, simple, sencilla, de llegada directa, en tono de comedia romántica. Antes las obras populares hablaban de la relación de los inmigrantes (españoles e italianos mayormente) con los nacidos en el Río de la Plata, en un ámbito social de trabajadores. En Monoambiente, eso está tratado con la relación “porteño – y del interior”, en una clase social media que busca las diversas maneras de salir adelante e intenta construir vínculos de pertenencia con uno mismo y con los otros.
No todos los actores tienen experiencia en este tipo de teatro. ¿Cómo fue el trabajo con el elenco?
A mí es un tipo de teatro que me fascina y lo considero un gran recurso para contar una historia. Suelo escribir o involucrarme en proyectos que tengan al realismo mágico como condimento. Está muy naturalizado en mí, por ende, se dio de manera muy natural en el trabajo con los actores, ya que la premisa básica fue: “esto es una historia realista, de lenguaje coloquial, que contiene elementos fantásticos que son percibidos como normales por los personajes”
En el mundo actual parece haber una fuerte contradicción--por un lado hemos avanzado en el tema de tolerancia, discriminación, convivencia...y sin embargo vivimos en un mundo cada vez más intolerante. ¿El espectáculo está hecho de modo que el espectador sale de la función reflexionando sobre el tema?
Coincido con la visión de que vivimos en una fuerte contradicción que, creo, tiene su principal origen en nosotros mismos: cuando sentimos una cosa y decimos otra o cuando pensamos de una manera y accionamos de modo opuesto, por ejemplo. La coherencia es algo que no abunda y que considero una llave de apertura a que pasen cosas distintas. De todas formas, creo que todos estos elementos contradictorios, son a su vez, los que hacen rica una historia o a un personaje o producen en el espectador cierta identificación, risa o empatía. Creo que es muy personal lo que cada uno pueda reflexionar y no hay una dirección unilateral de a dónde se apunta en ese sentido. Si creo que a través del humor, es mucho más fácil plantearse cualquier cosa.
Me gustaría incluir breves opiniones de los actores sobre la experiencia de armar el espectáculo.
Luciano Correa:
El hecho de que Carolina (con quien tuve la suerte de compartir otros trabajos) sea la que estuvo al frente de todo este proceso me dio la confianza necesaria para empezar a darle forma a la obra y en unos meses ya estábamos estrenándola en la sala NUN.
Contar una historia que aborda la problemática habitacional de las grandes ciudades, y cómo esto influye directamente en las relaciones humanas, me pareció una idea muy interesante de explorar. Sobre todo teniendo en cuenta que se trata de una comedia, un género que me atrae mucho para poder abordar temas profundos a través de la liviandad y la risa.
Gastón Meloni:
Desde el primer momento fue un disfrute. La primer lectura, los ensayos... y esa energía en el aire de cuando algo bueno está pasando. Una historia divertida y de amor, tan cercana y actual en donde uno de una forma u otra se siente identificado y que dan ganas de contarla. Me gustó la posibilidad de componer la música, inspirado en la historia, en la relación de Martín y Carla y también en historias propias. Formamos un equipo de trabajo de gente talentosa y amiga. Son todos los condimentos que hacen que la obra tenga esta energía tan linda y que llegue de la forma que le lleqa al espectador, donde tanto ellos como nosotros disfrutamos muchísimo.
Patricia Zacarías:
Me gustó la idea de aceptar que esta obra no tenía más pretensión que la de ser contada, sabiendo que no transformaría el mundo después de verla. Simplemente trabajamos cada uno de nuestros personajes con rasgos delirantes pero detectables en la sociedad. El equipo de trabajo se sintió desde el primer instante .El compromiso, respeto y la cuota de humor fueron una constante en el proceso de ensayos. La obra se construyó desde una dirección permeable a los hallazgos que iban apareciendo.
Jueves 21 horas
NUN Teatro-Bar
Juan Ramírez de Velasco 419 (Villa Crespo)
Entradas General: $ 150. Descuento para jubilados y estudiantes: $ 130
Reservas: 4854-2107 / www.alternativatea tral.com