Eugenio Polisky ha dedicado gran parte de su vida al increíble potencial expresivo de las palabras humanas, como poeta, traductor y como actor. Desafíos en barcos navegados por un capitán único. Jaquematepress se acercó a Eugenio para hablar sobre su oficio y su espectáculo sobre Jacques Prévert. Un buen traductor primero ha de ser un buen escritor. La creatividad alimienta tanto el poeta como el actor. Jaquematepress se acercó a Eugenio para conversar sobre su vida con las palabras y su trabajo en el espectáculo "Prévert in Progress."
--La decisión de
trabajar con textos de Jacques Prévert fue tomada junto al director, Ricardo
Lago Oliveira. Como poeta, mi búsqueda es encontrar maneras de transmitir la
poesía de diferentes formas, más allá de la lectura habitual, ya sea en
silencio para uno mismo o públicamente en el ámbito de un café literario o un
encuentro de poesía. Con Lago Oliveira coincidimos en el deseo de interpretar
la poesía desde lo netamente actoral, desde el cuerpo, la voz, el espacio
escénico, y Prévert es un escritor ideal, porque muchos de sus poemas son
narrativos, o seminarrativos. Usa un lenguaje coloquial que se adapta muy bien
al decir alejado de la declamación, y su cercanía al surrealismo, así como su
mirada crítica de la hipocresía social, lo hacen muy moderno en cuanto a su
sensibilidad.
-- ¿Cómo fue el
proceso de elaboración?
En primer lugar,
tanto el director como yo leímos mucho material de Prévert. Nos compartíamos
los textos que más nos llamaban la atención, y nos fuimos dando cuenta de que
existía, entre los textos que más nos gustaban, un hilo conductor, ya sea por
similitudes temáticas o por contraste entre ellos. Así, al empezar a leer los
textos elegidos consecutivamente (que ahora incluían también cuentos y guiones
de cine y teatro) fuimos armando una especie de diálogo entre los mismos, eso
que hemos decidido llamar “hipertexto”, un poco como los links informáticos que
lo llevan a uno a explorar diferentes temas afines, pudiendo regresar al tema
inicial con solo retroceder de una pantalla a otra. Al mismo tiempo, este
hipertexto también es casi como un texto que está por encima de cada texto
individual, que sobrevuela toda la escritura de un autor. Es su temática
fundamental, su mirada. A partir de este descubrimiento surgió la estructura de
la obra como una especie de ir y venir entre los textos, como si fuera una
serie de cajas chinas, o las manchas de una pintura impresionista.
--¿Cuáles han sido
los descubrimientos que han aparecido en los ensayos, sobre los textos y
vinculados a su experiencia actoral?
--Los descubrimientos
han sido muchos, y siguen apareciendo a lo largo de las funciones. El
descubrimiento principal fue encontrar el personaje individual que dice cada
texto, descubrirle su cuerpo físico, su voz, sus fluctuaciones. Como actor es
muy enriquecedor transitar este espectáculo, porque los cambios de un personaje
a otro son permanentes, hay una multiplicidad de situaciones que se deben
vivenciar a fondo, y todo esto mantiene abierta la capacidad lúdica en el juego
actoral, ese “jouer” del idioma francés que no sólo significa “jugar” sino
también “actuar”.
--¿Cuáles fueron los
desafíos en el montaje con el director?
--Para mí, los desafíos
más grandes fueron encontrar las acciones físicas, la voz y la
corporalidad de cada personaje. De hecho, muchos fueron mutando de la idea
original que teníamos de ellos en el guion, se fueron modificando, tomando una
carnadura propia y, a veces, sorprendente. El proceso de búsqueda durante los
ensayos ha sido constante, un proceso de prueba y error, de acercamiento, de
incorporación de acciones nuevas, de eliminación de redundancias. El trabajo se
ha basado en la precisión, en descubrir y pulir cada detalle, en buscar siempre
la mayor claridad para transmitir eso que está escrito, y aquello que hay
detrás, o dentro, de las palabras.
--¿Trabajar sobre Prévert ha ejercitado una influencia importante sobre su propio desarrollo artístico?
--Este espectáculo en
cierto modo representa para mí la culminación de un proceso de aprendizaje a
nivel actoral, y a la vez, el comienzo de un nuevo camino. Está enlazado con mi
trabajo como escritor y traductor, y con mi propia búsqueda dentro de la
poesía. Me acerqué a Ricardo Lago Oliveira hace varios años, cuando empecé a
leer mi poesía en público, con la idea de que una cosa era la relación del
lector con un libro y otra cosa era la interpretación oral de un poema, donde
entra en juego la voz, la entonación y la temporalidad. Al escuchar un poema
dicho en voz alta, no se puede volver atrás para releerlo; por eso, la manera
en que se transmite cada palabra, cada frase, debe ser contundente, unívoca. Es
decir, al interpretar un texto en voz alta, se elige una de las millares de
maneras de decir el texto, y eso es lo que recibe el oyente. Justamente de eso
se trata el teatro: de presentar una variante del texto entre todas las
posibles. Me alegra la oportunidad de ser un eslabón en el camino de
experimentar la poesía desde la óptica teatral.
"Prévert in Progress" está en el escenario del Espacio Tole Tole Teatro en Pasteur 683 los Domingos a las 19 horas.