Los artistas no pueden dejar de verse en
sus obras: sus obsesiones, filosofías, miedos, amores, en fin, su forma de
encarar la vida aparece en los personajes que habitan sus creaciones.
Un buen ejemplo de este modo de proceder emerge claramente en las películas de
Godard, especialmente en “Carmen.” Según la orientación y/o ética del
espectador, este aspecto del director puede producir emociones de amor, pasión,
rechazo u odio.
Godard está lleno de sí mismo y lo
vuelca muy particularmente en Carmen, pues en este film se reserva un papel para hacer de sí mismo: un
hombre mayor que está internado, fuma habanos, escribe a máquina y lanza
sentencias de lo más diversas, incluido un singular alegato contra los vasos de
plástico.
En cambio, su sobrina en la ficción, la
joven y bellísima Maruschka Detmers, sobre la cual gira la historia, vive de
cerca su cuerpo, mostrándolo magnamente durante muchos metros de la película. Pues bien, los escritores, poetas, músicos,
escultores y pintores, para no mencionar otros artistas, encuentran en sus
memorias y en su piel, en sus huesos, en sus dolores y pasiones las semillas y
recursos con los cuales edifican sus obras.
Pueden ver esta gran película el miércoles
15 de abril a las 21 horas en la Liberia La Libre, Bolivar 646, San Telmo,
Ciudad de Buenos Aires, Argentina. Entrada libre, donaciones alegremente
aceptadas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario