El espectador espera
mirando en ventanal con cristales de varios colores. “Circense. ¿Qué puede ser?”
Si se acuerda de Circe, el personaje del cuento homónimo de Julio Cortázar, a lo mejor olfatea algo más que la música
y el pochocho del circo. Claro, los cuentos de Cortázar no son para niños. Igual,
la sensación de misterio penetra en su conciencia hasta el momento cuando el
espacio se pobla de enigmáticos personajes.
El espacio tiene la densidad de un pozo
y los movimientos de los actores parecen indicar que algo traba sus
desplazamientos, alguna nostalgia, una imagen francamente pervertida, la
guerra, el fracaso, la nada; es un mundo absurdo y a la vez real, cruel, serán
los fantasmas que persiguen a Circe, en realidad a nosotros también, nuestras
pesadillas, es una foto de familia en la cual se ve mucho más que la sonrisa de
rutina.
“Mi creación parte del ensueño,” dice el autor y director
Claudio Gatell. “Tengo una visión de la obra y a medida que comienzo a bajar
esto al espacio vació comienza la dialéctica entre dramaturgia y puesta. Es más, el espacio vacío es esencial, es el
lugar que contiene esta dialéctica así como el silencio contiene las palabras. Busco
que no existan diálogos de más, que se exprese la puesta, que va generando el
clima, las imágenes oníricas que llegan directamente al inconsciente. Y muchas veces esto hace que cambie elementos
de la dramaturgia.”
Es cierto.
Los sueños tienen a veces una saludable falta de lógica. ¿Cómo hace el director
con el material onírico? “Yo no busco coherencia en mis obras,” explica Gatell,
“si busco la cohesión que tienen los sueños que nos impactan, nos cuentan algo
y sacuden nuestras estructuras, mientras la razón no entiende lo que nos paso
con esa experiencia que nos sacudió profundamente. Creo que el naturalismo es una pretensión
inútil de capturar la realidad. Deja
afuera las sensaciones, los pensamientos ocultos, las imágenes que nos
acompañan, los sueños y demás. Deja
afuera el misterio, la intuición y las complejas fuerzas que nos arrastran en
la vida.”
Hay momentos que pacen sacada de alguna
foto antigua: personajes que desaparecen detrás de un placard, una cama vestida
con sobrecama roja, una chica esperando una prohibición, un discapacitado que
oculta detrás de sus lentes negros una profunda perversión…un militar que podría
ser Hitler o Videla…¿Quién vigila el caos de los sueños, el desorden de la
vida? Ante el enigma el espectador no es ajeno a la resolución de los múltiples
conflictos.
El espectáculo transcurre a muy buen
ritmo sobre un espacio dinámico, personajes que sorprenden, actores que creen profundamente
en sus personajes, situaciones que suceden en Villa del Parque o en cualquier
otro punto del globo, una especie de desafío a la racionalidad, el dolor de ser
homo sapiens sapiens.
“Circense” de Claudio
Gatell
en El Galpón Multiespacio, Dean Funes 1267,
CABA
FICHA ARTÍSTICO-TÉCNICA
Circe......................... .............................. .......Sabrina
Crowe
El payaso Tadeusz....................... ...............Mariano
Bassi
Pina.......................... .............................. .......Emilce
Rotondo
Samuel........................ .............................. ....Marcelo
Roitman
Mujer muerta........................ ......................Natalia
Arteman
Félix/Soldado................. ............................. Leandro
Martín López
Escenografía y vestuario..................... .....Mariana
Cirulli
Dramaturgia, dirección y puesta............Claudio Gatell
Domingos a las 20hs
Localidades $50 - Descuentos a
jubilados y estudiantes
SOBRE CLAUDIO GATELL
(Buenos
Aires, 1964) Se formó como actor en el estudio El Vitral con Néstor Raimondi y
en la Universidad
Popular de La
Boca con Pablo Mantelli. Realizó seminarios de dirección
actoral y puesta en escena en el Teatro del Sur con Alberto Félix.
Como actor participó de obras como Golpes a mi puerta, Gris
de Ausencia, Nuestro fin de semana, Decir sí (en
el marco del taller teatral del Frente de Artistas del Borda), Papá
Querido, El lugar, Seis personajes en busca de un autor, Noches
de Aldea, La
Cantante Calva (donde además realizó la puesta en
escena), Fango Negro, Volanteros argentinos y Crónicas
de la verdad sobre el amor. En el Teatro Popular de la Boca presentó el
unipersonal Dos por dos son seis y El canto del Cisne,
ambos con dirección de Pablo Mantelli.
En 1998 fue el encargado de la dirección y puesta en escena
de Crónicas de un secuestro de Mario Diament en el Centro
Cultural Quintino. En el 2000 dirigió los espectáculos Tango para soñar con
funciones en el Latea Theatre de New York y el Symphony Hall Theatre de New
Jersey y Una noche de Tangoen el Newark Museum de New
Jersey. Entre el 2003 y el 2006 presentó el espectáculo original Tango
del 900 bajo su dirección y producción, declarado de interés cultural
por la Legislatura
de la Ciudad
de Buenos Aires. En el 2010 presentó en el IFT otra obra de su autoría, Libro
de Piedra, encargándose de la puesta en escena y dirección.
Entre el 2008 y 2009 dictó clases especiales de teatro para
adolescentes con problemas de marginalidad en el Centro Cultural Como el árbol,
Lanús. Actualmente dicta clases en su estudio personal y se encuentra preparando
su próximo trabajo como dramaturgo y director Hanamachi (un policial
japonés).
Más
información, pedido de notas y acreditaciones:
BRÚJULA
cooperativa
de producción y gestión cultural
Florencia:
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