jueves, 30 de octubre de 2014

"Encuentro de almas perdidas," un relato breve

             No voy con frecuencia a las fiestas. Pasan tantas banalidades. ¿Para qué malgastar el tiempo en desaciertos? De todos modos la velada de esta noche me tiene desarmado, metido en mis inacabadas dudas subjetivas. ¿Saben por qué? La invitación. Llegó por correo exprés en un sobre dulcemente perfumado. “Encuentro de almas perdidas en el tiempo,” dice. ¿Qué puede ser? ¿Casamiento? No creo. ¿Cumpleaños? Tampoco. En la contratapa de la carta de papel exquisito se indica la dirección donde se realizará el evento, el día, la hora. Nada más. Bueno, sí, hay algo más. Dentro del sobre, de color ocre, además de la carta de invitación aparece una tela anaranjada de seda china sobre la cual alguien ha escrito con una letra muy lustrada la siguiente frase: “El vestuario de los hombres ha de ser un gesto magnánimo.” ¿Fiesta de disfraces? ¿Ropa de última moda? Me molesta francamente la falta de precisión, pero a la vez me intriga. Los organizadores han de ser personas con cierto grado de adscripción por la cultura, pienso. No van a ser como aquellas personas inapetentes que juegan siempre con las bobadas más sublimes.
En medio del debate con mi alter ego sobre las conveniencias o no de asistir al evento, me acordaba de una brillante malla metálica que alguna vez calcé en broma durante un encuentro que festejaba el fin de mis estudios de psicodrama con el profesor Alán Bergmeister. Ya está, pensé, no sé si es magnánimo pero impactante es.  Un traje un poco incómodo para tomar el taxi, ¿verdad? Pero Alán nos dijo una vez que asumir los desafíos que aparecen en el sendero de la vida nos hace bien espiritualmente y hasta físicamente. Además, detrás de las nubes negras descansa un azul inmenso. En fin, con este aparato ocultando mi cuerpo lastimado por el paso de los años al menos tendría yo razones de sobra por no bailar, cosa insoportable para mí.
El taxista me dejo en la puerta con una sonrisa pícara y una frase: “Alberto, su fiel servidor ante cualquier emergencia.” Tuve un breve ataque de pánico antes de tocar el timbre. La casa asomaba amable, de estilo romano clásico, en un barrio de buen vivir pero para algunos excesivamente cerca de una villa de miseria. ¿Y si vuelvo a casa? Mis dedos temblaban, mi corazón latía con confusión errática. ¿Si son asesinos, ladrones, adictos, terroristas, traficantes, practicantes de orgías sexuales desenfrenadas…? Sabía poco o nada sobre quienes iban a estar en el encuentro, ni el promotor ni la empresa encargada de los manjares conocía yo. Pero gracias en parte al profesor Bergmeister estoy aquí desafiando el destino. Escaparse de las rutinas cotidianas te ayuda a vivir mejor, decía el maestro. Es cierto. Responder a situaciones de peligro activa las hormonas…Levanté el dedo y toqué el timbre una vez, dos veces.
--¡Pascual! ¡Pero qué alegría inmensa! ¡Bienvenido!
Era un hombre de piel cobriza y aspecto Hindú, vestido en sedas, telas amplias que le caían de los hombros como banderas, de muy bajo estatura y una voz amable al oído. Juro que nunca lo había visto y sin embargo me abrazó como si fuera su mejor amigo, sus brazos desconociendo la dureza de la malla. Después se alejó apenas para mirarme mejor antes de tomar mi brazo y guiarme hasta un patio interior lleno de plantas exóticas, fuentes iluminadas y agua cayendo en refrescantes cascadas desde las paredes de mármol italiano. Nadie bailaba, eso me tranquilizaba, pero tampoco hablaban. El silencio era total, interrumpido únicamente por el sonido del agua y una brisa tenue que movía las hojas de las plantas tropicales que rodeaban las arcadas.
“¡Te amo, alabad sea el Señor!”
Pascual sintió el paso del aire en su oído y giró la cabeza hacia su hombro derecho.  Una persona de sexo imposible de determinar se había acercado a él y repetía la frase dos o tres veces. La última vez agregó un dato: “Mi amor, te veo mañana a las 10: 25 horas en la esquina de Brasil y Perú.” Eso fue todo. Él (¿ella?) se juntó con los demás personajes en el patio. Todos comenzaban a moverse en cámara lenta, retirándose uno tras otro, como en una procesión religiosa. El hombre de aspecto Hindú me buscó y me tomó por el brazo nuevamente, guiándome hasta la puerta.
“Ha sido un verdadero placer compartir este tiempo contigo,” dijo abrazándome exactamente de la misma forma que hizo cuando abrió la puerta. Sentí perdido. Me quedé un tiempo largo contemplando la puerta. Estaba cerrada, no salía luz alguna de las ventanas de la casa. Volví a casa caminando. Tenía que apagar el fuego en mi cabeza caminando. No sabía la hora pero me parece por el poco tránsito en las calles que se estaba madrugando. Ahora tenía un dilema nuevo: ¿ir o no ir a la cita mañana? La dirección parecía incompleta. ¿Es casa? ¿Edificio alto? ¿Sobre Brasil o sobre Perú?
Esa noche dormí como un perro rabioso: vueltas y vueltas, mi cabeza un receptáculo de pensamientos inacabados, rabias, risas, planteos, debates, monólogos interrumpidos por mis propios gritos. Hacia la madrugada me sentía más tranquilo. ¿Qué puedo hacer? Bueno, está bien, agregar un poco de incertidumbre a tu existencia te fortaleza, ¿verdad? Ese señor que me abrazó en la puerta…tal vez me conoce. ¿Por qué no hablaba nadie? ¿Qué sentido tenía vestirse con tanta magnanimidad si nadie pronunciaba ni mu? Ah… puede ser que el encuentro de mañana sea la continuación de la fiesta.
Decidí acudir al lugar, pero sin la malla y con la ropa que me hace sentir más cómoda: jeans, una remera de un verde lavado y unas zapatillas negras que uso para jogging. Como el lugar de la cita no estaba lejos de mi casa, me acerqué caminando. ¡Qué suerte! Era domingo, no tenía que ir a la oficina y el aire de primavera me llenó de confianza. Es más, canté unas estrofas de algunos tangos: “Que el mundo fue y será una porquería, ya lo sé; en el quinientos seis y en el dos mil también…” /Calle porteña, yo o te olvido, con tus cortadas llenas de sol, y en cada esquina el farolito que tantas noches mi bohemia alumbró” Sentí un brote de optimismo, a pesar de la nostalgia de los tangos. ¡Qué bueno que haya alguna sorpresa en la vida! Me hace verdaderamente feliz. Pero cuando me faltaban unas dos cuadras para llegar, sentí nuevamente abrumado por la angustia, la duda y el temor. Igual seguí. ¿Qué tenía que perder?
“¡Te amo, alabad sea el Señor!”

¡La misma voz de anoche! Miré por todos lados para ubicarla, luego apuré el paso hasta la esquina de la cita. Mi corazón batía fuerte, respiraba con dificultad. Tenía miedo, sí, miedo, pensé interrumpir mi marcha, quedar a una distancia razonable y observar la esquina desde lejos para evitar cualquier trampa. Pero a los cincuenta metros divisé una persona homeless descansando sobre un montón de objetos abandonados, latas vacías de pintura, un colchón viejo y vencido, unas maderas, dos baldes, diarios viejos, un botella parcialmente llena de coca cola, restos de comida. Me vio. Era una mujer. A los saltos se acercó a mí, repitiendo “¡Te amo, alabad sea el Señor!” “¡Te amo, alabad sea el Señor!”  Me hundió en un enorme abrazo. ¡Era el personaje de la fiesta, una mujer homeless, hambrienta, sin casa, sin pareja, sin amor, sin futuro y seguía repitiendo la frase como una letanía: “te amo, alabad sea el señor, te amo alabad sea el señor!”  La envolví en mis brazos, sentí el batir de su corazón. Su cuello olía de un perfume exótico. Traté de no pensar. El profesor Bergmeister tenía razón. No hay una explicación para todo. A veces simplemente hay que abrir los brazos y sentir. 

miércoles, 29 de octubre de 2014

"El público me adora," espectáculo de Guillermo Hermida en El Portón de Sánchez

El niño, ya adulto y con algunos pelos grises, cuenta su historia frente al público; modula el relato con la intervención de una mujer, Amanda, representante femenino, progenitora, presentadora, biógrafa, personaje que pone en contexto la versión que Silvio Gorrión edifica sobre su vida. De tanto en tanto y a ritmo de una música acorde aparecen bailarinas en mallas. El niño retraído y obsesionado por su madre omnipresente se transforma en estrella de televisión. De ahí el título del espectáculo: “El público me adora,” estrenado el lunes en el teatro El Portón de Sánchez con copas de vino y fuertes aplausos. ¿Un relato postmoderno?

            “El público me adora,” sábados a las 21 horas, con la actuación de Javier Rodríguez Cano y Monina Bonelli.

​​ Lugar: El Portón de Sánchez​ (Sánchez de Bustamante 1034)
Reservas: 48643 2848 info@elportondesanchez.com.ar
Fábula principesca De cómo una oruga se convierte en maripos
Entrada: $100. Descuento Jubilados y Estudiantes: $70 (presentando acreditación)

​Ficha Técnica:​

​De Guillermo Hermida
Con: Javier Rodríguez Cano-Monina Bonelli
Chicas coreo: Florencia Repetto-Lucía Moret
Coreografías: Valeria Narváez
Diseño de Luces: Ricardo Sica
Escenografía: Mirella Hoijman.
Realización escenográfica: Los Escudero.
Vestuario: Mariana Seropián-Analía Manouelian
Arreglos y edición musical: Gonzalo Pastrana
Diseño Gráfico: Sebastián Holz
Prensa: 
​Octavia Comunicación www.octaviacultura.com.ar
Asistencia de dirección: Jimena Veiga

Dirección: Guillermo Hermida.
Director y dramaturgo, guionista de cine y televisión,  actor y docente. 


Es autor y director de “Como si afuera hubiese nada”. Por esta pieza Guillermo Hermida ha sido ganador del Premio Florencio Sánchez como Mejor director y ha sido nominado al mismo premio como Mejor autor Nacional. “Como si afuera hubiese nada” fue ganadora de premio BUE mejor comedia, mejor dirección de comedia y ha sido elegida entre las mejores obras del 2013 por el diario La Nación. Con esta obra se presentó en el 2013 en el GAM (Centro Gabriela Mistral) de Santiago de Chile, dentro del marco del ciclo de Teatro Off argentino. Se estrenó en Paraguay (abril 2014) y Montevideo (mayo 2014) y sigue en cartel en ambos países. 
Es autor de “La mujer del Don”, monólogo con coro escrito a pedido del CCEBA (Centro Cultural de España en Bs. As) y estrenada en Asunción en septiembre del 2014. Esta pieza cuenta con el auspicio de la Secretaría de Cultura del Paraguay y la Embajada Argentina en Paraguay. Se encuentra actualmente en cartelera. Otras obras de su autoría son “La verdad fugaz” (2010, 2013) “Cupido sin detenerse”(2010). Las tres obras han contado con elapoyo de Proteatro.
Actualmente trabaja en el montaje de “El público me adora” a estrenarse en octubre del 2014. Realizó la adaptación y montaje de un cuento japonés parael ciclo de obras cortas Teatro Bombón (en La Casona Iluminada). 
 Como guionista de television trabajó para las más destacadas productoras de Argentina: Polka, Ideas del Sur, Cris Morena Group; y para la productora estadounidense Perla Negra Productions. Ha escrito una serie de capítulos unitarios para el ciclo del 2013  “Historias del corazón” (producido por Telefé). En 2013 colaboró en el guión cinematográfico “El pueblo tiene quien le escriba” de Leonardo Beccini.  Escribió además el programa documental capitulado sobre teatro “¿Y por qué es un clásico?” y el ciclo educativo ficcionado sobre computación “A-prender la compu”, ambos para Canal Encuentro.  Ganó elPremio Argentores Mejor ficción diaria por “Hombres de honor” (Polka). 
 En coautoría con Mario Segade ha escrito el guión de la película “Toda una vida con él” actualmente en etapa de pre producción.
 Durante el 2008 y 2010 trabajó en España como asesor artístico del Festival de Teatro Clásico-Contemporáneo (Madrid-Melilla) y como coordinador artístico del Festival Multidisciplinario “Catedral 25” (Madrid-Burgos). Ambos eventos fueron llevados a cabo conjuntamente con los ayuntamientos de las ciudades mencionadas y la Dirección de Cultura de Castilla y León.
Como docente dictó un curso de Dramaturgia y Montaje a través de SAGAI, y continúa con sus clases y asesoramiento en materiales teatrales y o cinematográficos y televisivos en Argentina, Chile y Paraguay.

martes, 28 de octubre de 2014

"Ye Kathrina," un espectáculo sobre una bailarina de la ex USSR que llega a Argentina...

 Después de tomar un sabroso jugo de naranja con un toque de vodka, los espectadores entran en las sala del Patio de los Actores en Buenos Aires y observan mientras las actrices-bailarinas del espectáculo “Ye Katherina” ejecutan sus rutinas de elongación. Pasa un rato, las luces se apagan y el espectáculo ya comienza, pero los actores-bailarinas siguen ensayando—ahora en el espectáculo.


Es que “Ye Katherina” es un espectáculo sobre una bailarina de ballet de la ex Unión Soviética, ahora radicada en Argentina organizando en una pequeña escuela de danza una muestra de trabajo de sus alumnos.
El entrenamiento de las bailarinas de danza clásica es rigorosa, y de democrático tiene poco o nada. El cuerpo tiene que responder, hay que cuidar cada detalle…hasta la dieta de los bailarines. Katherina intenta imponer su visión del arte pero al mismo tiempo surgen recuerdos, heridas y visiones de su vida bajo la dictadura Estalinista. Si el proceso de adaptación de los inmigrantes siempre es difícil, para ella es doblemente fatigoso. El idioma, la cultura, la forma de ser de los argentinos…
Entonces, mientras reta a sus alumnos exigiendo una perfección exagerada que resiste aparecer,  emergen temas muy enredados: la identidad, la idiosincrasia, los sentimientos, la influencia de la represión en la conducta de los artistas, el funcionamiento de actividades artísticas bajo la dictadura soviética y en la joven democracia argentina, el territorio, la pérdida de patria, la vigencia o no de la danza clásica en la nueva sociedad, el miedo del fracaso y la obsesión con el éxito.
Si bien en nuestra opinión el hilo de la historia se desconecta por los diversos senderos que toma, es muy digno de marcar el coraje de ensayar en público, las quejas de los alumnos y las repuestas defensivas de la protagonista, algunas escenas muy logradas, la traducción en el mismo escenario del diálogo en ruso de la protagonista…Da la impresión que en el tránsito entre una función y otra, en medio de los ensayos de los alumnos de la bailarina rusa, aparece paulatinamente el alma del espectáculo. 

La obra participó del Festival de Teatro Chileno Emergente en la embajada de Chile en Buenos Aires 2014.

“Ye Katherina”

Funciones: Domingos, 18 horas, Patio de Actores, Lerma 568. Entrada; $90/ $70 estudiantes y jubilados. Reservas: 4772-9732. Dirección: Felipe Rubio.
Intérpretes: Moni Acevedo, María Eugenia Gómez, Mariana Soledad Giménez, Morena Giudice Bravo, Luz Moreira y Matías López Barrios.
Dramaturga: Macarena Losada.
Dirección: Felipe Rubio.
Coreografía: María Eugenia Gómez.
Traductora: Tamara Ivanets.


sábado, 25 de octubre de 2014

"El escape" de Gustavo Moscona en el Auditorio Losada de Buenos Aires. ¿Asesinato? ¿Suicidio?

           
Preocupados por no notar movimiento en un departamento de un edificio alto en el barrio Palermo de Buenos Aires, un hombre y una mujer violentan la puerta y encuentran un hombre muerto en la cama, abrazado a una mujer joven. ¿Asesinato? ¿Suicidio?  No hay que esperar una repuesta fácil.
            “El escape” de Gustavo Moscona es un policial cómico, entretenido, absurdo, ácido y por momentos no conformista.
            El hombre, ya con una panza considerable y pocas ganas de hacer otra cosa que corregir unos trabajos, no sabe cómo entretener a su mujer de 20 años, rebosante de salud y sexualidad. Finalmente, van a la cama y mueren juntos….¿por un escape de gas?

          En vez de llamar en seguida a la policía, el hombre y la mujer que han entrado en el departamento tienen sus idas y venidas y terminan haciendo el amor en la misma cama, al lado del hombre muerto, arrastrando el cuerpo de la mujer al piso.
         Llega la policía, llega la prensa, llega la senadora y la situación se complica hasta zonas absurdas. Sin embargo, es justamente lo descabellado que permite divagar por zonas como la violencia, la corrupción, la ambición y la trivialidad de muchas relaciones en este mundo “posmoderno.”
       Los personajes son muy bien caracterizados y cumplen a rajatabla con los requisitos: la periodista, joven, linda, seductora y finalmente víctima de sus propias inconsistencias; el jefe de policía cínico y machista; la senadora fiel representante de cierta raza de políticos que declaman a los cuatro vientos y actúan en sentido contrario…
        Si bien el hilo de la historia queda algo oculto en la avalancha de amor, avaricia, despecho, corrupción y miedo el espectáculo tiene buen ritmo y entretiene en base a las insólitas situaciones y el buen vínculo entre los actores. Es como ver a un noticiero o un multimedio (hay incluso un “noticiero” que se proyecta contra el fondo del escenario sobre el caso investigado) pero con un espejo deformado y jocoso que lleva al espectador a cierto nivel de reflexión.
           (En nuestra opinión las secuencias bailadas no aportan nada al espectáculo y podrían ser eliminadas.)

Dramaturgia y dirección: GUSTAVO MOSCONA
Funciones: VIERNES 20.30 hs
Entrada general $ 100 - con reserva anticipada 2 x $ 150
AUDITORIO LOSADA (Corrientes 1551 – CABA)
Reservas: gpieresko@yahoo.com.ar o 4371- 9098

Elenco:  Alejandro Britos, Melanie Bloeck, Claudia Cantos, Manuel Crespo, Oscar Souto, Graciela Figueredo Meneses, Magali Rodrigues Pires, Carlos Ocampo, Hernan Olivera, Claudio Moncalvo, Roxana Scheidegger, Francisco Cortes Vaquero, Alfredo Sánchez
Producción y asistencia de dirección Stefania Nonini Milesi, Graciela Pieresko
Estenografía y vestuario Maite Corona
Diseño Claudia Cantos
Prensa y difusión TEHAGOLAPRENSA


Dirección Gustavo Moscona.

"Silban las balas," espectáculo sobre la guerra de Marcos Arano


            

La guerra es un constante entre los seres humanos y, junto al amor, es un tema que ha ocupado a grandes escritores, dramaturgos y cineastas.  “Silban las balas,” el exquisito primer espectáculo de la compañía Bolsas en el viento, aborda la cuestión con una mochila cargada de interesantes recursos, desde un humor ácido y clownesco hasta la tragedia,  la música, máscaras insólitas, un escenario brechtiano y participación del público en las acciones.
          “La obra gira en torno a la tragedia y las vicisitudes que provoca la guerra. En ese contexto, los clowns y las máscaras se divierten y se internan también en los horrores de lo bélico,” dice el director Marcos Arano.
           La idea leit motiv de la obra simboliza una situación harta conocida en América Latina: Un país pequeño cuyos habitantes aman a su tierra, costumbres y tradiciones es invadido por una poderosa potencia extranjera. Como las negociaciones de paz fracasan, el país prepara por primera vez para entrar en guerra.  Entonces, Alonso se despide de su amada Catalina para pelear. No hay experiencia bélica, no hay ejército y se tiene que pedir la ayuda de un país aliado para conseguir el armamento. Llega un experto militar internacional para entrenar a los soldados recién reclutados. El experto cae muerto por accidente debido a la torpeza e ingenuidad de los nuevos “guerreros.” Comienzan las primeras escaramuzas. La líder del pequeño país agota todos los intentos diplomáticos y termina ella misma peleando a lado de los soldados patrióticos. Un soldado desertor es capturado y condenado a muerte…se multiplican las muertes, la guerra ha devastado al pueblo, se cambian de tácticas, el futuro asoma con todo el dolor y confusión de todas las guerras humanas.
               Con las máscaras, las técnicas de clown y una ironía recia el espectador termina siendo testigo y participante: los soldados reparten “balas” de papel y al tirarlas a los actores comienza una “guerra” con lluvia de balas. Más allá de la idea que inspira el espectáculo es muy teatral y emplea muy bien diversos lenguajes, y técnicas. La expresión corporal, la música para recrear el sonido de las balas, la yuxtaposición de acciones dramáticas y clownescas, la simpleza y eficacia en el uso de los objetos empleados en el escenario.
            "Nuestro interés estaba en ofrecer una reflexión descontracturada sobre la violencia, el enfrentamiento y las contradicciones que implica un sistema que lleva a guerras, invasiones, extorsiones de las potencias imperiales sobre países que se pretenden autónomos,” concluye el director.

       
 Funciones: viernes, 23.30 horas, Teatro Payró, San Martín 766, CABA. (Tel.: 4312-5922)
Entrada: $100 (estudiantes y jubilados: $50)

Ficha técnica:
Elenco: Lourdes Herrera, Mariana Mayoraz, Mauro González y Rodrigo Frascara / Música original y dirección musical: Ian Shifres / Música en vivo: Lucía Katz y Lucía Martínez / Escenografía: Emilia Pérez Quinteros / Coordinación y realización escenográfica: Lucía Garramuño / Vestuario: Emilia Pérez Quinteros y Martina Cravea / Diseño gráfico: Marcelo Sapoznik / Fotografía: Fred Presmitta / Colaboración coreográfica: Coti Cibils / Diseño de iluminación: Alejandro Velazquez / Máscaras: www.mascarasiriarte.com.ar / Voz en off: Emilio Tanus / Asistencia de dirección: Matías Katz y Fernando Vitale / Producción ejecutiva: Lala Buceviciene / Prensa: Hernán Salcedo / Dirección: Marcos Arano
        






miércoles, 22 de octubre de 2014

"Roméo et Juliette," de Charles Gounod en el teatro Avenida de Buenos Aires

El amor. A primera vista o germinado como una flor. La ceguera amorosa. La inocencia. La pureza de un sentimiento paradisiaco y cenit poético. La angustia.  La pasión exagerada. La desesperación. La muerte. Dice Julieta a la espera de su amado Romeo: “¡Ven, noche! ¡Ven Romeo! ¡Ven, tú que eres el día en la noche; pues sobre las alas de ésta aparecerás más blanco que la nieve recién caída sobre las plumas de un ciervo.”
Pocas obras en la literatura occidental han calado tan profundo en la memoria popular que Romeo y Julieta de William Shakespeare. Y pocos han inmortalizado la historia con la sonoridad del “Roméo et Juliette” de Charles Gounod—estrenado en el teatro Avenida de Buenos Aires con la dirección musical de Javier Logioia Orbe y la puesta en escena de Mercedes Marmorek y un elenco excepcional encabezado por Oriana Favaro y Santiago Ballerini.
En la versión libre en francés de Jules Barbier y Michel Carré la historia concentra la acción sobre el drama de los amantes pero emplea también con destreza las intervenciones del coro. Por ejemplo, con el despertar de Julietta se logra estirar teatralmente el amor apasionado y además Gounod destaca su genio musical a través de la inclusión de arias y coros de enorme impacto lirico, algo que permite el vuelo realmente notable de Oriana Favaro y Santiago Ballerini.
¿Se exagera el sentimentalismo en esta versión operística? Tal vez pero la calidad de las voces producen reverberaciones tan pulidas que el espectador termina meditando sobre su propia vida afectiva. El espectáculo, a cargo de Buenos Aires Lírica, muestra en algunas algunas escenas una gran preocupación por la actuación y el colorido vestuario y la puesta es ágil y avezada, con la bajada de enormes telas sobre el escenario, convergen para crear un gran espectáculo.
El elenco incluye además a Ernesto Bauer (Capulet), Walter Schwarz (Frere Laurent), Christian Peregrino (el duque de Verona), Laura Polverini (Stéphano) y Vanesa Mautner (Gertrude). La puesta de Mercedes Marmorek es con el equipo conformado por Nicolás Boni (escenografía), Lucía Marmorek (vestuario) y Alejandro Le Roux (iluminación) y el coro preparado por Juan Casasbellas y la orquesta bajo la dirección de Javier Logioia Orbe.  
 ROMÉO ET JULIETTE


Funciones: viernes 17, martes 21, jueves 23, sábado 25 de octubre a las 20. Domingo 19 de octubre a las 18. En el Teatro Avenida (Av. de Mayo 1222)
Duración total aproximada: 3 horas 30 minutos, incluyendo un intervalo.
Dirección musical: Javier Logioia Orbe Localidades en venta desde $80 a $700 pesos.

lunes, 20 de octubre de 2014

Federico Moreno: "es ocuparte en tareas concretas en vez de seguir coreografías

Federico Moreno, el performer de un espectáculo único sobre sogas, es un joven barbudo, flaco, alto, de modalidades suaves y voz pausada que tiene en su cuerpo la transcripción de sus estudios en artes plásticas,  circo, teatro, danza y técnicas de movimiento.  Conversamos con él en una simpática habitación con vista de la sala en el teatro Mediterránea, donde presenta “Kinijki.”
--Su espectáculo está basado en una novela de un escritor japonés…
--Sí, la novela de Yukio Mishima. Fue el disparador para el proceso de trabajo del espectáculo  y de ella Daniel Merlo, la productora Laura Suez y yo hemos ido sacando muchos conceptos, ideas, circuitos, tramas para armar el espectáculo. Hay muchas técnicas de composición espontánea e improvisación, de movimiento y de danza contemporánea. Pero no se trata de una coreografía basada en la novela. Es “ocuparte en”  en vez de organizar una coreografía.  No es pensar en una secuencia y repetirla;  es más bien pensar en qué pauta, en qué acción concreta, en qué tarea estoy ocupado en este momento. Entonces, hay un guion armado en base a esas tareas.
--Es decir, Usted se ocupa de tareas concretas y no en seguir una secuencia de acciones coreográficas…

--Exacto, es más bien un desarrollo, un tránsito con diferentes tareas que producen imágenes. Cada público hace su codificación. Un texto no tiene tantas posibilidades. Pero hay un texto: el lenguaje. No hay un texto escrito, un texto oral que trato de analizar; hay tareas que realizar.
 
--¿Hay entonces espacio para improvisar o siempre sale igual?

-Todo es bastante abierto y poroso. De una función a otra hay cosas iguales y otras acciones que son diferentes. Por ejemplo, en qué momento comienza a salir las vendas… Volviendo al concepto de la improvisación, me encanta y hay muchos trabajos hechos sobre las técnicas de improvisación, puede ser usada para resolver lo que sucede en un momento determinado.
--Está allí sobre las sogas improvisando un movimiento. ¿Cómo se da cuenta si lo que Usted hace es lo que está buscando?
--Bueno, hay cosas que no están improvisadas, por ejemplo la música. Es siempre igual. La estructura, las sogas también y la sucesión de pequeñas escenas. Pero no sé lo que voy a hacer con la silla. Está el momento atravesado por  consignas internas, tareas concretas pero no están coreografiadas las secuencias. En cada momento hay un ser concreto que se relaciona con ese momento. Yo no estoy igual y el público es diferente en cada función.
--Pero Usted es un personaje. ¿Es un personaje único?
--Sí, es un personaje pero es el resultado de cada situación particular. El proceso fue complejo. Allí arriba sobre las sogas no es el lugar más amable para trabajar. Entonces hay muchas cosas que han aparecido que tienen que ver con la forma que ese personaje encontró para resolver diferentes situaciones. El personaje se construyó de la misma acción. Lo que se percibe es el cuerpo de ese personaje resolviendo situaciones. Está ocupado en tareas para resolver situaciones, no en traer ideas. Trato de ver qué pasa con mi cuerpo en cada situación en las sogas. Lo que cada espectador ve en las acciones es asunto de cada uno.
--Pero seguramente recibe una determinada energía del público.
--Sí, y esa energía es diferente en cada función. Y es así porque es imposible hacer todo un tránsito por la obra sin salir por un instante y pensar en lo que los espectadores que están mirando el espectáculo.   
--Desde el público se nota momentos de peligro…¿Siente Usted que el peligro es real?
--Sí pero no por el peligro de caer y lastimarme; el riesgo está más bien por no saber exactamente lo que voy a hacer en un momento determinado o cómo resolver la acción. Por ejemplo, el trabajo con la camisa amarilla es muy incómodo. Hay que ver cómo resolver esa situación. Hay que tomar decisiones, eso sí, eso no, después uno comienza a juzgar, ah, fue una decisión horrible, sacar los pantalones de esa manera, ah, ¿ahora qué hago?
--¿Ha hecho otras obras con un estilo similar a este espectáculo?
--He hecho intervenciones y trabajos en otras ocasiones, con danza y bailarines y de otro tipo pero es la primera vez que he actuado un espectáculo como Kinijki. Es único.
Quedan dos funciones más en octubre del espectáculo Kinijki, el 24 y 31 a las 22 horas en
Mediterránea Teatro - Tucumán 3378 – CABA
Localidades $ 70 - info@mediterraneateatro.com / 2065-2644
Performer            Federico Moreno
Idea, diseño espacial y lumínico/Daniel Merlo
Dirección general y diseño de movimiento/Federico Moreno
Diseño sonoro/Jorge Grela
Asistencia general y operación en vivo/Víctor Campillay
Producción ejecutiva/Laura Suez
 

 

sábado, 18 de octubre de 2014

"La amante de Bertolt Brecht," del director Marcelo Mangone en el Método Kairós teatro de Buenos Aires



Bertolt Brecht, que vivía y escribía antes y después de la Segunda Guerra Mundial, decía que “el arte, cuando es bueno, es siempre entretenimiento.” Influido por su formación marxista, pensaba que el hombre no debe aceptar una visión inmóvil de sí mismo, más bien ha de ver siempre “cómo podría ser y acostumbrarse a esa visión.” En vez de buscar la identificación y simpatía del espectador con los personajes, proponía estudiar y enfrentarse con ellos, apelar más al razonamiento que al sentimiento.

Su teatro rescataba elementos del teatro griego, buscaba el “distanciamiento” del actor, proponía sutiles contradicciones, profundos análisis sobre los aspectos sociales pero también agregaba climas de humor y juego. Confrontaba a la audiencia con situaciones que exigían cambios y buscaba que el espectador desarrollara un sentido crítico que le permitiera llegar a sus propias soluciones. Entonces, en un espectáculo brechtiano los actores pueden apartarse de la acción dramática para recapitular o dar su opinión y proponer una visión más amplia de la situación. Los actores brechtianos tenían una tarea difícil: ser muy convincentes en su roles sin tratar de convencer a los espectadores.

Como es fácil imaginar, Brecht tuvo que huir del nacismo. ("Primero vinieron a buscar a los comunistas, y yo no hablé porque no era comunista. Después vinieron por los socialistas y los sindicalistas, y yo no hablé porque no era lo uno ni lo otro. Después vinieron por los judíos, y yo no hablé porque no era judío. Después vinieron por mí, y para ese momento ya no quedaba nadie que pudiera hablar por mí"). Tampoco fue tan bien recibido en occidente debido a su decidida crítica del sistema capitalista. Pero, como a veces pasa con artistas y grandes pensadores, su vida íntima no fue tan sencilla: tuvo dos esposas y otras relaciones de tipo subterráneas.


El espectáculo “La amante de Bertolt Brecht,” estrenado anoche en el teatro Método Kairos “es el fruto de un proceso de creación e investigación a partir de un hecho ficcional iniciado por actores y director hace más de un año,” explica el director Marcelo Mangone.

Bertolt vuelve a Berlín Oriental luego de 15 años de exilio. La guerra ha dejado la ciudad dividida en dos, en ruinas, en odio, con la memoria fresca de los horrores del nazismo. Si bien sus ideas y su teatro proponen una crítica del sistema capitalista muy fuerte, el Partido Comunista Alemán no lo aceptaba con los brazos abiertos. Entonces, nada mejor que una bella actriz para vigilarlo.

El espectáculo es atrapante y la actuación convincente, logra un buen clima de intriga y el violín de Verónica D’amore agrega un aire brechtiano. No intenta rescatar la visión brechtiana de teatro; es más bien una reconstrucción dramática que pone luz sobre su personalidad y la de su amante e incluye también algunos documentos interesantes del dramaturgo alemán. Si bien en algunos momentos los actores se dirigen al público "La amante de Bertolt Brecht" surge de “un cuerpo colectivo construido a partir de disparadores y rescates, de pruebas y errores, de caminar constantemente entre la frontera del sueño y la vigilia,” según el director.

Ficha técnico artística
Dramaturgia:               Marcelo Mangone
Actúan:                        Verónica D’amoreAndrea JuliáMario Petrosini
Vestuario:                    Carlos Di Pasquo
Escenografía:               Carlos Di Pasquo
Diseño de luces:           Fernando Díaz
Música original:            Sergio Vainikoff
Fotografía:                   María Gutierrez
Ilustrador:                   Beatriz Bekerman
Diseño gráfico:             Marcelo Mangone
Prensa:                         Tehagolaprensa
Producción:                   Convexa Producciones
Dirección:                     Marcelo Mangone

El Método Kairós Teatro, El Salvador 4530, CABA
Teléfono:                      48319663
Web:                    http://es-es.facebook.com/elmetodokairos
Entrada:                        $100

Funciones:           Viernes a las 21 horas