Con el paso del tiempo las
tragedias más sangrientas, los genocidios, las acciones más lacerantes de la historia,
en código humorístico y grotesco, ofrecen una buena oportunidad para
reflexionar sobre la condición humana. Es lo que entiende el dramaturgo Vicente
Muleiro, cuyo espectáculo “Vidé/La muerte Móvil” ha subido al escenario del
Teatro Calibán en Buenos Aires con la afilada dirección de Normán Briski.
“El grotesco es una selva
oscura donde, para dar con una certidumbre, se necesita de la risa; un modo
particular de transitar las más recónditas miserias de lo humano,” explica
Muleiro. ¿De qué otra manera puede uno descifrar los últimos 50 años de la
historia argentina? ¿Cómo se puede dejar de reír frente a los intentos del
dictador Videla (Vidé) de conseguir una “buena muerte?”
¿Cómo se puede reír a una dictadura que desapareció a 30.000 personas, secuestró a los bebés de presas políticas, aplicó tortura sistemática en centros clandestinos de detención, cerró el Congreso, entregó la economía a grupos de élite y burló de las organizaciones de derechos humanos con el eslogán "somos derechos y humanos?"
¿Cómo se puede reír a una dictadura que desapareció a 30.000 personas, secuestró a los bebés de presas políticas, aplicó tortura sistemática en centros clandestinos de detención, cerró el Congreso, entregó la economía a grupos de élite y burló de las organizaciones de derechos humanos con el eslogán "somos derechos y humanos?"
En el espectáculo Vidé necesita un interlocutor, un
secuaz, un cómplice y ese personaje es Biondi, un ser versátil, de múltiples facetas,
el otro que el dictador va a manipular para llevar a cabo sus nefastas acciones.
La historia
de la dictadura argentina vista desde la óptica “realista” sería un ensayo más
o un vituperio más si no fuera por la capacidad de Muleiro de transformar lo
trágico en un bello espectáculo grotesco, con el enorme aporte de Briski y dos
talentosos actores.
La puesta
logra enfatizar lo que el guion sugiere. Un enorme agujero en el medio, un
mundo subterráneo donde yacen las víctimas; una enorme cruz iluminada; un cura
que vuela por el aire; la voz divina del genocida; un muñeco político que desciende
de la parrilla; el placard que se transforma en Ford Falcon, símbolo de la
represión de la dictadura; el contraste de los vestuarios entre gris y negro,
como también los trajes rayados de los presos; los rostros maquillados, pues
detrás de los asesino hay un cómplice.
“¡Una
paz, una paz, una paz digna de ser vivida!” grita Vidé con la voz ronca del
Dictador Jorge Videla. Se mueve como un soldado de lata, como Videla, es
patriotero, como Videla, dice que los desaparecidos son víctimas de los
subversivos, como Videla. En cambio Biondi seduce el espectador con sus
movimientos y destreza corporal, sus adaptaciones. Y el agujero siempre asoma ahí en el medio, un peligro
latente y real para los actores.
Una
propuesta que va hasta las raíces de lo teatral, que induce a la reflexión, que
produce placer visual, que emplea múltiples lenguajes expresivos, una
experiencia única en el Teatro Calibán.
Lunes
a las 21 hs. “Vidé / la muerte móvil”, de Vicente Muleiro, y dirección
de Norman Briski. En el Teatro Calibán, México 1428. Tels.: 4384-8163 //
4381-0521. Entrada $80.-
Ficha Técnica: Autor: Vicente Muleiro;
Interpretes: Marcelo
D’ Andrea (Vidé) y Carlos March (Biondi); Voz
en Off: Eduardo Aliverti; Operador
de Luces: Bernardo Cánepa y Hernán Caleca; Operador de Sonido: Marcelo Melingo; Banda Sonora: Martín Pavlovsky; Vestuario: María Claudia “Clo” Curetti; Escenografía: Guillermo Bechthold y Marcelo D’ Andrea; Maquillaje: Elena Sapino; Fotografía: Emmanuel Melgarejo y Nacho
Liang; Foto /Falcon:
Emmanuel Montengero; Asistente de
Escena: Guillermo Bechthold; Diseño
Sonido: Víctor Monte; Títere:
Guillermo Bechthold; Jingle Noticiero:
Letra: Norman Briski; Música: Gastón Cordera; Diseño de Luces y Escenografía: Norman
Briski; Asistencia de Dirección:
Marcelo Melingo, Guillermo Bechthold; Dirección:
Norman Briski.
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