¿Cómo escenificar el dolor de una mujer que haya sufrido el abuso
extremo de la trata? Nada fácil. Marisa Busker encara el tema en su unipersonal
“Beya,” que ha subido al escenario del teatro Lunares de Buenos Aires. La
actriz se introduce en la vida torturada de una mujer captada, abusada, violada,
torturada y presentada como mercancía barata. Pero luego de padecer toda clase
de humillaciones, Beya logra escapar.
La historia está basada en un relato de Gabriela Cabezón Cámara.
El texto en métrica octosilábica es trabajado por Busker a través de múltiples
cambios de vestuario, movimientos singulares cercanos al baile y un fondo
musical variado que incluye sonatas para piano de John Cage, cantos corales e
improvisadas ragas hindúes (mohanam-malayamarutha-amruthayarshini). El
vestuario y la música combinan para subrayar un hecho muy doloroso: la trata
existe en todos los países del mundo.
En realidad la trata es algo que pulula en los substratos de todas
las sociedades y los gobiernos y políticos y líderes religiosos simulan preocupación,
pero crece incluso en medio de las crisis financieras más agudas.
No es un tema tratada con frecuencia en el ambiente cultural,
menos en el teatro. Por eso es importante el aporte a la discusión sobre el
maltrato de las mujeres que Marisa Busker haya dado con su puesta de “Beya”.
”Beya” miércoles y jueves en La Lunares, Humahuaca 4027, CABA. Reservas: 4867 3105. Web: http://lalunares.com.ar Entrada: $150/ $120
Ficha técnico artística
Texto: Gabriela
Cabezón Cámara Actúan: Marisa Busker Vestuario: Marisa Busker
Diseño de luces:
Marisa Busker
Musicalización: Marisa Busker
Sonido: Regina Lew
Fotografía: José Luis
Cáceres Puesta en escena:
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