No piensa el niño, juega.
Rebota la pelota como la voz de su mamá
Contra las grises
paredes agrietadas
Contra la muralla prohibida
Juega el niño, no piensa.
Rebota, rebota la pelota fuera de sí
Penetra y pica la pelota
al otro lado
Respinga, respinga allí
tras la muralla prohibida.
Por la grieta puso Marwan su rostro
Por la grieta puso Josh su rostro
“La pelota por favor” dice Marwan
“¿Jugamos ¿“ dice Josh a través de la muralla.
Juegan Marwan y Josh, no piensan
No piensan Josh y Marwan, juegan.
“Hasta mañana, jugamos mañana,” dice Marwan
“Hasta el sol se acuesta,” responde Josh.
“Mamá, mamá tengo un amigo nuevo,” dice Marwan
“Muy bien niño, muy bien,” contesta su mamá.
“Se llama Josh y vive al otro lado “
“¿Al otro lado…de la muralla…¡No niño, no!”
Aúllan los cielos, fuego, luces, fiereza, muerte.
Estallan ladrillos,
hieros furibundos pulverizados
Corren ríos de sangre vengativa sobre Marwan
Llora acongojada y desesperada la madre.
¿No fueron niños alguna vez los hombres que hoy matan?
¿No jugaron con amor, pasión, sonrisas, gritos de placer?
¿Por qué pelean por sus dioses, por pedazos de tierra
vital?
¿Por qué no sepultan sus armas para jugar con la pelota?
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