jueves, 25 de agosto de 2016

"Casa de Papel" entrevista con Genova Clariá y Laura Aramburu

Se ha estrenado un espectáculo en el teatro El Método Kairó sobre una situación que toma lugar en el interior del país. Hablamos con la dramaturga y la directora:

 ¿Cuál fue el génesis de la obra?
Genoveva Clariá: La verdad: el germen fue un ejercicio de taller. Más explícitamente fue un ejercicio mal hecho en una clase de dramaturgia de Kartún, lo hice mal (según la consigna planteada en aquel momento). Pero lo guardé, no lo deseché. Dos carillas que tenían como protagonistas a dos hermanos, en aquel momento los denominéhermano mayor y hermana menor. Me quedó entre mis cosas mientras seguía escribiendo, hasta que un día esos parlamentos aparecieron textuales en una escena de obra CASA DE PAPEL , la última escena. Realmente tuvo el germen ahí, por 2013.

 ¿Se trata de memorias que han rescatado de su pasado en el interior?
Genoveva: Como cordobesa tengo un bagaje, una mirada desde ahí inevitable, mirada de provincia. Pero también cierto distanciamiento, al vivir en Capital hace varios años ya. En la escritura juego con ambas sensaciones que se borronean y se mezclan entre los personajes. Vamos de un lado al otro. Los actores le aportan lo suyo, ya que también son nacidos en el interior del país y residen en Capital hace tiempo, pero en su pasado resuena el interior, en especial en la infancia. 
Laura- Creo que la obra conecta con aquello que construimos como pasado. Y eso nos pasa a todos. Todos armamos nuestra novela sobre lo que fue. Pero hay imágenes que definitivamente tienen que ver con un lugar, un lugar propio al que es grato visitar como extranjero. Y las resonancias las encuentra cada uno, desde su lugar.      

 ¿Cuál es el estilo teatral del espectáculo, más bien realista o de otro tipo?

Laura Aramburu:- Creo que en Casa de Papel hay ficción. Entendiendo ficción como un mundo posible que responde a su propia lógica. Buscamos verosimilitud, pero no realismo. Algo muy artificial puede resultar conmovedor para un espectador, en tanto responda a esa lógica del acontecimiento del que está siendo testigo y partícipe.
Las clasificaciones son útiles para la reflexión, en el contexto del hacer a mi lo que me interesa es rescatar la presencia. 
La presencia de los cuerpos en un tiempo y un lugar que son propios y que por lo tanto pueden tener distintos momentos. Incluso diferentes registros.  Tengo en mente una obra de R. Castellucci “El Purgatorio” que comienza con un planteo realista y luego deviene una cosa muy surrealista y plástica  muy diferente. Y todo se siente parte del sistema que constituye la obra. 
Genoveva: Es así, como dice Laura. Intentamos plantear un mundo que se pueda vivir con naturalidad  según su propia lógica, desde una verdad que sucede y esperamos llegue como tal al espectador.

 ¿Cómo fue el proceso de selección del elenco?

 Genoveva: Tenía un material escrito en bruto que planteaba la historia, los personajes y una idea básica de puesta. Primero convoqué a Laura para armar dupla en puesta y dirección de actores. El texto necesitaba ser pasado  por el cuerpo, probado por actores, entonces convoqué a dos con los que  ya había trabajado anteriormente. Con los actores empezamos a investigar primero los ejes de la obra desde una mirada amplia, y luego nos fuimos acotando a la historia y a los personajes hasta que terminé de conformar el elenco y reescribir 10 meses antes del estreno. La selección también tuvo que ver con la coincidencia en cuanto criterios de trabajo y artísticos, miradas sobre el hacer teatral  y las ganas de encarar este desafío juntos.

 Es una acción en un espacio reducido, conflictos familiares que explotan y revelan esencias...¿Cómo fue el trabajo con los actores, los desafíos de la puesta en escena?

Genoveva: La historia ocurre en los límites de una casa. Es la historia de un amor profundo entre hermanos que parece volverse imposible. En cuanto a los actores, la obra ya tenía un marco y líneas conflictivas planteadas, entonces ellos en sus búsquedas sumaron material que fue potenciador para elmunditoque propone la obra.   
Laura- El trabajo con los actores fue intenso. De búsqueda, de experimentación, de decantación. Intentamos trabajar una dramaturgia de la escena que vaya más allá del texto. Incluso Genoveva fue escribiendo con cosas que aparecían en los primeros ensayos y también permitió hasta último momento  que el imaginario de su texto se enriqueciera.   

¿En su opinión existe alguna linea divisoria entre el teatro porteño y el teatro del interior?

Laura - Tendríamos que definir previamente qué se entiende por porteño y qué por del interior. No creo que la temática sea suficiente para establecer esa división. Si creo en la localización. En las singularidades. En los micromundos con todos sus colores. 
Esos universos están cargados de sentidos. Algunos de ellos, captados por todos, otros, propios de cada espectador.


Genoveva: No,  no creo en esa división, al menos no desde lo territorial o geográfico. Sí, puede ser desde lo temático, por ejemplo hay literatura específica que trata sobre uno y otro tema (obras que hablan sobre estos temas). Pero no creo que sirva  hacer una línea divisoria entre el teatro que hace la gente que pertenece o vive en el interior (entendiendo que son las provincias) y el teatro que produce la gente que pertenece a la capital. Todos hacemos teatro, la misma lucha.  

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