11 de septiembre,
1973. Salvador Allende, el presidente de Chile, está en el Palacio de la Moneda
atendiendo el teléfono, soñando con la revolución, hablando por última vez al
pueblo mediante radio Magallanes, maldiciendo la traición que la está sofocando
y haciendo frente a una realidad cruda e implacable: el golpe del General
Augusto Pinochet. Salvador Allende en realidad es el actor Jorge Booth, es el
29 de agosto, 2014, el escenario es el Centro Cultural Raíces en Buenos Aires,
Argentina, y el espectáculo “Allende, la
muerte de un presidente” es un monólogo teatral del dramaturgo argentino
Rodolfo Quebleen.
Estrenado el 14 de septiembre de 2013 en el teatro La Máscara de Buenos Aires y representado en varios países del continente
latinoamericano, incluyendo Chile y Venezuela, se podrá ver el espectáculo los
jueves a las 21 horas en La Máscara, Piedras 736.
Con la dirección habilidosa
de Norberto Gonzalo, Allende vuelve a la vida y el espectador no puede dejar de
ubicarse en la piel del protagonista. Pero no es un homenaje, tampoco un show
político; muestra el personaje con sus pasiones, sus recuerdos familiares;
monologa y evoca sus amores, su esposa, su compañera secretaria, la soledad,
sus debilidades e inseguridades, su bronca contra la traición, contra la CIA,
su frustración ante el derrumbe de su sueño de liderar una revolución
socialista sin recurrir a las armas, sus convicciones—intactas hasta el final.
El final justamente
sigue siendo tema de debate. Según la versión difundida por el golpe
anti-comunista, se mató. La misma versión ha sido respaldada por la Corte
Suprema chilena y la prensa en inmensa mayoría. En el escenario Allende deja el escenario con el arma que le
regaló Fidel Castro. Se escucha varios disparos. Surgiere más bien un asesinato,
ya que varias veces durante la obra él declara claramente y públicamente que no
va a rendirse. Al contrario, parece prepararse para una muerte digna luchando hasta el final contra sus
adversarios.
“Allende, la muerte de un presidente” es un unipersonal
pero en realidad hay algo que transciende, algo colectivo en el espectáculo debido al enorme interés
que rodea la figura de Salvador Allende. Y Jorge Booth ha hecho un notable
trabajo de dar nueva vida al personaje mediante gestos muy precisos, estados anímicos
bien estudiados y un manejo escénico virtuoso.
"Es una responsabilidad muy grande encarnar un personaje así," manifestó el actor a Jaquematepress. "Es pesado al principio, uno siempre se pregunta si estará a la altura de las circunstancias. Aparecen muchas dudas...incertidumbre, máxime cuando se trata de un unipersonal y estás allí arriba absolutamente solo...
--Pero después...
"Con el trabajo todo eso desaparece y el placer comienza a llegar. Hasta ahora por las críticas y por la emoción que se ve en el público supongo que estamos haciendo las cosas bien. Realmente lo hago con muchísimo amor, dedicación y respeto.
--Imagino con muchas investigaciones...
Leí libros y ví documentos sobre Allende. Hasta estuve en Chile antes de estrenar la obra: recorrí el Museo de la Memoria y el Museo Histórico donde están sus anteojos partidos por la mitad...me entrevisté con su nieta, Maya Fernández Allende (hija de Beatriz) y actual Diputada. Estuve empapándome del clima de Santiago. Pasé por la fundación Salvador Allende donde me entregaron una carta en apoyo al proyecto y fui al Cementerio a visitar la tumba de Allende. Estuve en Isla Negra...en fin, pude impregnarme de ese clima tan especial del Chile de los 70.
El espectáculo a sido auspiciada y declarada de Interés Cultural por el Ministerio de Cultura de la Nación. En enero de 2014 hubo cuatro funciones en Santiago de Chile, con invitación del Museo de la Memoria y Derechos Humanos; en mayo del mismo año el espectáculo estuvo en Maracaibo, Venezuela, invitado al Festival Internacional de Monólogos Teatrales y luego también en La Casa del Artista en Caracas, con el apoyo de la Embajada Argentina.
Más información en http//centroculturalraices.blogspot.com.ar
"Es una responsabilidad muy grande encarnar un personaje así," manifestó el actor a Jaquematepress. "Es pesado al principio, uno siempre se pregunta si estará a la altura de las circunstancias. Aparecen muchas dudas...incertidumbre, máxime cuando se trata de un unipersonal y estás allí arriba absolutamente solo...
--Pero después...
"Con el trabajo todo eso desaparece y el placer comienza a llegar. Hasta ahora por las críticas y por la emoción que se ve en el público supongo que estamos haciendo las cosas bien. Realmente lo hago con muchísimo amor, dedicación y respeto.
--Imagino con muchas investigaciones...
Leí libros y ví documentos sobre Allende. Hasta estuve en Chile antes de estrenar la obra: recorrí el Museo de la Memoria y el Museo Histórico donde están sus anteojos partidos por la mitad...me entrevisté con su nieta, Maya Fernández Allende (hija de Beatriz) y actual Diputada. Estuve empapándome del clima de Santiago. Pasé por la fundación Salvador Allende donde me entregaron una carta en apoyo al proyecto y fui al Cementerio a visitar la tumba de Allende. Estuve en Isla Negra...en fin, pude impregnarme de ese clima tan especial del Chile de los 70.
El espectáculo a sido auspiciada y declarada de Interés Cultural por el Ministerio de Cultura de la Nación. En enero de 2014 hubo cuatro funciones en Santiago de Chile, con invitación del Museo de la Memoria y Derechos Humanos; en mayo del mismo año el espectáculo estuvo en Maracaibo, Venezuela, invitado al Festival Internacional de Monólogos Teatrales y luego también en La Casa del Artista en Caracas, con el apoyo de la Embajada Argentina.
La próximas funciones: 27 de Septiembre en Rosario, Santa Fé, Teatro de Empleados de Comercio; 9 de Noviembre en Ushuaia, Tierra del Fuego, Teatro Municipal Nini Marshall, por invitación de la Secretaria de Cultura.
Ficha técnico artística
Autor: Rodolfo Quebleen
Director: Norberto Gonzalo
Actor: Jorge Booth
Autor: Rodolfo Quebleen
Director: Norberto Gonzalo
Actor: Jorge Booth
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