¿Son verdaderos descalabros los crac
económicos o son situaciones acariciadas y empujadas por sistemas de poder que,
como las aves carnívoras, buscan carroña? Hay ciertas conductas humanas que más
allá de las apariencias siempre buscan ventajas, más en un sistema económico y
social basado en la búsqueda por el lucro.
Podemos
explicar la idea con un ejemplo. Un hombre camina por la calle y en una esquena
observa una situación que le llama la atención: una hermosa mujer, de pelo
rubio, pierdas delgadas, cuerpo espléndido, piel entre blanca y rosada, se
tropieza y se desploma sobre la vereda. Un hombre musculoso se acerca con la
aparente intención de ayudarla. Pero la alza en sus brazos y comienza a besarla
con violencia. Ella intenta en vano liberarse del hombre, pero no puede. El hombre
la agarra por los pelos y la arrastra hasta un coche…El hombre testigo mira la
escena, entiende lo que puede pasar, pero no actúa. Después entre sus amigos
lamenta hipócritamente lo que le pasó a la mujer; o bien no vio nada pero pasa
el tiempo diciendo que sabía que algo iba a pasar.
Ahora bien, se
sabe que en la actual derrumbe financiera la situación de la mayor parte de los
obreros y profesionales de clase media se ha vuelto frágil, pues son ellos
quienes pagan los platos rotos. Mientras tanto los ricos se jactan de ser cada
vez más ricos. ¿Será que ellos mismos, dueños de las grandes corporaciones e
instituciones financieras, provocar la crisis para sacar provecho?
En los grandes
medios periodísticos hablar de la crisis funciona como un estímulo para vender
más diarios, ampliar la cantidad de oyentes. ¿Cuántas veces ha sido una distorsión
periodística la causa incluso de una guerra? Un caso típico: las empresas periodísticas
de Hearst acusaban a los cubanos de hacer estallar una bomba en un barco de la
marina norteamericana en La Habana. Treinta años después autoridades de la marina
aclararon que el fuego no fue causado por una bomba, sino por un desperfecto en
la sala de calderas.
En Argentina la
economía depende exageradamente de la agricultura y la ganadería—de la
producción del campo depende en gran medida el funcionamiento financiero del
país. Pero la historia nos enseña que las crisis económicas y sociales no
estallan de la nada; surgen más bien de maniobras de los grupos de poder.
¿Cuántas veces gritan los grandes diarios ‘esto no puede seguir’ y proponen
medidas, usualmente el menú de las grandes corporaciones, del Fondo Monetario
Internacional…? Es decir, la táctica consiste en provocar una crisis para luego
sacar provecho de ella.
Entonces,
preguntamos: ¿Por qué de repente los agro-exportadores retienen las
exportaciones, cortando el flujo de dinero, mientras gritan que el gobierno no
les deja trabajar? Después sectores ligados a ellos reaparecen en el escenario
compungidos y prometiendo arreglar el caos que ellos mismos han causado. No son
movimientos inocentes; hay que distraer al mal informado para poder acumular el
poder necesario para imponer las leyes y las condiciones que más les conviene.
En el peor de los casos en Argentina y en muchos países del llamado tercer
mundo son maniobras que facilitan los golpes. Lo cierto es que cuando aparece
resistencia a una medida de un gobierno democráticamente elegido seguramente se
esconde en la oposición los intereses del poder real.
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